Cristina Caro
Cera y mecha
Actualizado: 3 dic 2021
Se ha ido la luz.
No recuerdo la última vez que estuve totalmente a oscuras.
Sin posibilidad de ver siquiera mis manos.
He encendido una vela.
La única vela que tenía en casa.
Aún virgen.
Y he tenido la necesidad imperiosa de escribir.
Hipnotizada por su luz tenue.
Tintineante.
Cálida.
He viajado a otra época.
Dónde mujeres, valientes escritoras,
se escondían en áticos y cuartillos
para escribir sus grandes novelas.
Acompañadas, únicamente, por sus velas.
Unidas somos por cera y mecha.
Por pasión y fuego.
Por llama y letras.
La luz ha vuelto.
Pero esta vez soy yo quien la apaga
para seguir escribiendo.
